martes, 9 de junio de 2009

Y UNA CANCIÓN

Flow, My Tears
By John Dowland (1563-1626)

Flow my tears, fall from your springs,
Exilde for ever: Let me morne
Where nights black bird hir sad infamy sings,
There let me live forlorne.

Downe vaine lights shine you no more,
No nights are dark enough for those
That in dispaire their last fortunes deplore,
Light doth but shame disclose.

Never may my woes be relieved,
Since pittie is fled,
And teares, and sighes, and grones
My wearie days of all joyes have deprived.

From the highest spire of contentment,
My fortune is throwne,
And feare, and griefe, and paine
For my deserts, are my hopes since hope is gone.

Hark you shadowes that in darnesse dwell,
Learn to contemne light,
Happy that in hell
Feele not the worlds despite.


¡Fluíd, lágrimas mías, caed de vuestros manantiales!
Exiliado para siempre, dejadme penar;
Permitidme que viva olvidado
Donde el pájaro negro de la noche canta la triste infamia de ella.

¡Apagaos, oh vanas luces, no brilléis más!
No hay noche lo bastante oscura para aquellos
Que en la desesperación lloran por sus fortunas perdidas.
La luz no hace más que mostrar su vergüenza.

Nunca serán mis penas aliviadas,
Puesto que la piedad ha huido;
Y las lágrimas, suspiros y gemidos han privado
de cualquier alegría a mis cansados días.

Desde la más alta cota de felicidad
Mi fortuna se ha precipitado
Y miedo, dolor y pena son mi única esperanza,
porque esperanza ya no hay

¡Oíd!, vosotras, sombras que en la oscuridad moráis,
Aprended a despreciar la luz
Felices, felices, quienes en el infierno
no sienten el desprecio del mundo.


Intérpretes:
Barbara Bonney (soprano)
Jacob Heringman (laúd)

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